1- Un
día YACÍ la luna, quiso conocer de cerca la tierra. Le pidió
a su amiga ARAÍ, la nube rosada del atardecer que la
acompañara y juntas convertidas en dos hermosas muchachas bajaron y
comenzaron su paseo por la selva.
Por primera vez podían caminar por la hierba
fresca, escuchar el canto de los pájaros, sentir el perfume de las
flores y verse reflejadas en las aguas cristalinas del río. ¡Todo
era maravilloso!
2- De
pronto de entre la espesura de los árboles apareció un YAGUARETÉ
dispuesto a atacarlas.
YACÍ Y ARAÍ quedaron inmóviles frente
al feroz animal.
En ese mismo momento, un viejo cazador GUARANÍ
se paró entre las muchachas y el YAGUARETÉ y apuntó con su
arco y su flecha al animal.
El YAGUARETÉ al ver al anciano, escapó
velozmente ocultándose nuevamente entre los árboles.
3- El
viejo cazador invitó a YACÍ Y ARAÍ a su pobre choza.
Al llegar fueron recibidos por su mujer y su hermosa hija.
La familia ofreció a las dos muchachas lo
único que le s quedaba para comer: unos panes de maíz y luego
las invitaron a descansar.
A la mañana siguiente YACÍ Y ARAÍ se
despidieron agradecidas y se marcharon. Cuando se habían alejado lo
suficiente, volvieron a transformarse en luna y en nube rosada del
atardecer y subieron al cielo.
Desde ahí YACÍ siguió
mirando al cazador, a su esposa y a su hija que con tanto cariño les
habían dado de comer lo único que tenían en su humilde casa.
4- Luego
de varios días YACÍ llamó a ARAÍ y le dijo:
Tenemos que premiar a esa familia que nos
ofreció su casa y su comida.
Lo mismo he pensado yo, respondió ARAÍ.
La luna y la nube rosada, buscaron juntas un
regalo, debía ser algo muy original… por fin tuvieron una gran
idea.
Una noche volvieron a la selva y mientras la
familia dormía plantaron en la puerta de la choza unas semillas
celestes, luego subieron nuevamente al cielo. Desde ahí YACÍ
iluminó fuertemente el lugar y ARAÍ dejó caer una suave lluvia.
5- A
la mañana siguiente frente a la choza, habían crecido unos pequeños
arboles, sus hojas eran de color verde oscuro y tenían flores
blancas. Cuando el anciano despertó y salió, quedó maravillado al
ver esas plantas desconocidas y llamó a su mujer y as u hija. Los
tres miraban asombrados cuando de pronto el cielo se oscureció y
apareció ante ellos una luz blanca, brillante que fue tomando
forma de muchacha… era YACÍ que dulcemente les dijo:- no tengan
miedo, yo soy YACÍ la luna y vengo a premiarlos por su bondad. Esta
nueva planta es la yerba mate y desde ahora será para todos los
hombres de esta región, símbolo de amistad y alimento para beber.
Luego YACÍ le enseñó al anciano
cómo debían tostar y moler las hojas del árbol para preparar la
bebida y sonriendo volvió al cielo.
6- El
cazador siguió las instrucciones, tostó las hojas y las molió, las
colocó dentro de una calabaza, vertió agua caliente y con una
pequeña y fina caña bebió.
Después pasó el recipiente a su mujer, para
que probara… y a su hija… una y otra vez la calabaza pasó
de mano en mano…. Había nacido el mate.
Muy buena leyenda
ResponderEliminarZoe Riva